¡“A la empresa no se va a ser feliz, se va a trabajar”!
Frases de este tipo delatan lo poco que entendían los líderes en cuanto a la productividad de su capital humano, eso, o era una manifestación del alto nivel de inconsciencia desde el que operaban, de igual manera ambos escenarios no contemplaban la felicidad y el trabajo como parte de lo mismo y mi objetivo en este artículo es demostrar el impacto que esto tiene en la cultura organizacional y sobre todo, darte un punto de vista ya demostrado por la neurociencia, para que tus estrategias de recursos humanos incorporen esta corriente y se traduzcan en una mejora de la productividad.
El reconocido psicólogo positivista Mihály Csíkszentmihályi, quien dio continuidad al trabajo de Maslow sobre la autorrealización, esboza en su libro “Fluir: La psicología de las experiencias óptimas”, su teoría de que la gente es más feliz cuando está en un estado de «fluir»– concentración o absorción completa en la actividad o situación en la que se encuentran, y eso, “líderes”, si se traduce en términos de productividad tiene que ver con desatar el potencial de las personas.
Según palabras del propio Abraham Maslow:
“El deseo del Ser Humano de auto-realizarse es la tendencia para HACER REALIDAD lo que uno ES potencialmente; para convertirse en todo lo que uno ES capaz de convertirse”
y no es de extrañar que su famosa pirámide de las necesidades tuviera gran eco no sólo en el campo de la psicología sino en el ámbito empresarial, del marketing o la publicidad. Ahora bien, a pesar de que esta teoría se estudia en la mayoría de las escuelas de negocio y universidades, no se ha convertido en una práctica constante de recursos humanos aún en las organizaciones, así que si tú quieres empezar a transformar la cultura organizacional de tu empresa, aquí te van algunos datos:
- Tu empresa ya satisface la mayoría de las necesidades de Maslow sin que tú lo sepas. No se suele diseñar de forma consciente pero las necesidades básicas habitualmente se cubren a través del salario (fisiológicas), el ambiente de trabajo (seguridad), el trabajo en equipo (sociales) y los programas de reconocimiento (autoestima). Así que quizás no lo sabías pero tu capital humano ya cuenta con las bases para alcanzar la autorrealización.
- La neurociencia ya ha demostrado que las personas felices son en promedio un 12% más productivas. Los estudios de clima laboral lo ignoran, pero identificar el grado de autorrealización de las personas te puede llevar a hacer ajustes en tus políticas de recursos humanos que se traduzcan en un mayor compromiso con la estrategia de la empresa.
- Csíkszentmihályi describe el fluir como «el hecho de sentirse completamente comprometido con la actividad por sí misma. El ego desaparece. El tiempo vuela. Toda acción, movimiento o pensamiento surgen inevitablemente de la acción, del movimiento y del pensamiento previos, es como si estuviéramos tocando jazz. Todo tu ser está allí, y estás aplicando tus facultades al máximo”. Lo interesante es que para alcanzar un estado de fluir, debe alcanzarse un estado de equilibrio entre el desafío de la tarea y la habilidad de quien la realiza. Si la tarea es demasiado fácil o demasiado difícil, el fluir no podrá presentarse, y ese es el reto de cualquier líder, y también de cualquier director de recursos humanos, propiciar un espacio donde ese equilibrio se pueda dar de forma natural.
- La autorrealización se alcanza entonces cuando ya se han trascendido los niveles básicos de la pirámide, y depende exclusivamente de dos variables; “El Desempeño”, o qué tan bueno eres haciendo lo que haces, y “El Siginificado”, o qué tanto te apasiona lo que haces. La tradición empresarial se enfoca en medir e impulsar los niveles de desempeño para buscar hacer mejoras que impacten la efectividad organizacional. Hoy en día las organizaciones necesitan líderes que balanceen los números duros del negocio con las cualidades intangibles de empatía, creatividad y cambio. Que puedan crear sinergia, sabiendo que el resultado neto no es el reporte financiero en sí, sino su legado a largo plazo.
- En su etapa final, Maslow dejó de usar el término autorrealización y lo sustituyó por Auto-actualización, ya que el primero podría dar a entender que se trataba de un objetivo, y no es así, la autorrealización es el camino, el cómo de alcanzar objetivos, no el objetivo en sí. Por eso el término auto-actualización nos indica de forma más clara que el reto que hoy tenemos las personas, los gerentes de recursos humanos y las empresas en general, es actualizarnos, desarrollarnos, estar al día, y como líderes llevar a nuestro capital humanos a desafiarse y que se apasionen cada día más con su trabajo y eso se traduzca cada vez mejor en términos de productividad.
Al final, todos los seres humanos buscamos ser felices, de manera que la empresa en la que trabajamos se puede convertir en el mejor vehículo para alcanzar esa felicidad o en el peor obstáculo. Desde mi punto de vista, solo las empresas que logren convertirse en un vehículo para que su capital humanos encuentre la felicidad son las empresas que van a sobrevivir a la creciente exigencia de los mercado.
¿Qué estás haciendo tú en ese sentido?
Cuéntame cómo desde recursos humanos estás ayudando a que la gente sea feliz en tu empresa, y cómo eso se ha traducido en resultados para la organización.
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