Desarrollo organizacional: Estrategia

Por: Eduardo Escobés.
Permanentemente en las organizaciones se habla de estrategia para hacer referencia
al futuro y cómo conseguirlo. La estrategia es la ruta o el comportamiento que va
a tener una organización en los próximos tiempos y que le puede permitir
lograr los resultados que espera. Requiere recursos y esfuerzos coherentes,
en volumen y características, con lo que ella señala.

La estrategia siempre está directamente relacionada con la misión de
la organización, y condicionada por la cultura generada a lo largo de los años.
Ha de ser, por lo tanto, culturalmente coherente, lo que no es incompatible con las estrategias que en ocasiones generan las organizaciones para romper con sus inercias
culturales, ya inefectivas o disfuncionales para los contextos presentes y futuros.

La estrategia ha de tomar en cuenta la situación del entorno y las capacidades de la organización, equipos y personas. Para elaborarla es imprescindible analizar las necesidades y expectativas de los colectivos y población hacia la que se dirigen sus servicios, productos y actividades.

Generalmente la estrategia central es la dirigida a lograr resultados, efectos e impactos entre la población destinataria, satisfacer sus necesidades y expectativas. Exige que todos los recursos y capacidades se canalicen en la misma dirección, y el convencimiento de todos los equipos y personas.

Además de ella, es necesario definir otras que permitan su desarrollo: la que orienta el posicionamiento de la organización en la sociedad y el contexto más próximo; la que orienta la obtención y gestión de los recursos económicos y la garantía de sostenibilidad
a mediano y largo plazo; la que orienta el fortalecimiento interno de las personas, su gestión y estructura. Todas ellas deben estar interrelacionadas y vinculadas directamente con la estrategia central.

Toda estrategia es una apuesta firme pero con posibilidad de cambio o modificación, condicionada al logro de los resultados y a la evaluación de los escenarios y contextos en los que está presente la organización. Por eso es necesaria su revisión y ajuste periódico.